Un Especialista en Corazón Pide un Reposicionamiento de las Grasas Saturadas, Ya Que NO Son la Causa de la Enfermedad Cardiaca


Grasas Saturadas y el Corazon

Historia en Breve -

  • Durante los últimos 60 años, las autoridades médicas convencionales han advertido que las grasas saturadas de animales provocan la enfermedad del corazón y deben ser severamente restringidas con el fin de mantener un corazón saludable
  • Un importante editorial escrito por un especialista en cardiología intervencionista en el British Medical Journal dice que es el momento de acabar con el mito de que el consumo de grasas saturadas provoca la enfermedad cardíaca
  • Reducir el consumo de grasas saturadas disminuye las partículas grandes y flotantes de LDL (tipo A). Sin embargo, las partículas pequeñas y densas (tipo B) son las implicadas en la enfermedad del corazón, y éstas responden al reducir el consumo carbohidratos
  • Una alimentación alta en azúcar aumenta el riesgo de enfermedad del corazón al promover el síndrome metabólico, un conjunto de condiciones de salud, incluyendo: hipertensión arterial, resistencia a la insulina y leptina, triglicéridos altos, y acumulación de grasa visceral
  • Para revertir o evitar la resistencia a la insulina y leptina, es necesario: Evitar el azúcar, fructosa, granos y alimentos procesados, comer alimentos enteros, y reemplazar los carbohidratos de granos con grasas saludables de alta calidad

Por el Dr. Mercola

Durante los últimos 60 años, las autoridades médicas convencionales han advertido que las grasas saturadas de animales provocan la enfermedad del corazón y deben ser severamente restringidas con el fin de mantener un corazón saludable.

A partir del 2010, las recomendaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos1 (USDA) consisten en reducir el consumo de grasas saturadas a sólo el 10 por ciento del total de calorías o menos. Esto es sorprendente, teniendo en cuenta el hecho de que muchos expertos en salud ahora creen que probablemente necesitará entre el 50 y 70 por ciento de grasas saludables para mantener una salud óptima.

Es casi imposible calcular cuántas personas han muerto prematuramente por la promulgación persistente de este mito, generado por un estudio defectuoso publicado hace más de medio siglo, desde entonces ha sido profundamente desacreditado por muchas décadas de investigación posteriormente publicadas.

Más recientemente, un editorial en el British MedicaJournal2 titulado: From the Heart, Saturated Fat is Not the Major Issue, ha recibido mucha atención de los medios, ya que envía un mensaje opuesto al decir que es hora de arruinar el mito de que el consumo de grasas saturadas desarrolla la enfermedad del corazón.

Las Grasas Saturadas NO Promueven la Enfermedad del Corazón

Evitar las grasas saturadas en realidad promueve la mala salud en un número de maneras, lo que agrava los riesgos para la salud al seguir este consejo completamente anticuado y peligroso. Como bien dice el autor, Aseem Malhotra, un médico especialista residente en cardiología intervencionista en el Hospital Universitario de Croydon en Londres:

"El mantra de que la grasa saturada debe ser eliminada para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares ha dominado el asesoramiento y directrices alimentarias durante casi cuatro décadas. Sin embargo, la evidencia científica demuestra que este consejo ha, paradójicamente, aumentado los riesgos cardiovasculares....
El aspecto de las grasas saturadas alimentarias que se cree que tiene mayor influencia sobre el riesgo cardiovascular, se encuentra e en concentraciones elevadas en las lipoproteínas de baja densidad colesterol (LDL).
Sin embargo, la reducción del colesterol LDL causado por la reducción del consumo de grasas saturadas parece ser una característica específica de las partículas LDL grandes y flotantes, (tipo A), cuando en realidad es una característica especifica de las partículas pequeñas y densas (tipo B) (en respuesta al consumo de carbohidratos) que están implicados en la enfermedad cardiovascular.
De hecho, los recientes estudios de cohorte prospectivos no han apoyado a ningún vínculo significativo entre el consumo de grasas saturadas y el riesgo cardiovascular, sin embargo, se ha descubierto que la grasa saturada tiene un efecto protector. "[El énfasis mío]

Nosotros hemos sabido desde hace tiempo que la alimentación occidental está vinculada a mayores tasas de obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, hipertensión y cáncer. Sin embargo, el paradigma convencional es muy renuente al aceptar que el contenido de azúcar en esta alimentación es el principal culpable.

Por otra parte, se ha establecido firmemente que la grasa trans encontrada en la margarina, manteca vegetal y los aceites vegetales parcialmente hidrogenados, es la verdadera causa  de las enfermedades del corazón, ya que aumentan los niveles de LDL, o colesterol "malo", mientras reduce sus niveles de HDL, conocidos como el colesterol "bueno". Las grasas trans también contribuyen a la diabetes tipo 2 y otros graves problemas de salud.

Los Carbohidratos/Azúcar, No la Grasa, es la Raíz de las Enfermedades del Corazón

Por desgracia, muchos médicos y funcionarios de salud todavía están tratando de asegurarle que puede disfrutar los “postres” de manera segura, con moderación. Sin embargo, si su alimentación consiste  principalmente de alimentos procesados, esta línea de razonamiento se desmorona por completo ya que prácticamente TODOS ellos están cargados de carbohidratos procesados ​​y fructosa.

Disminuir los “postres” o restringir la cantidad de azúcar que le agrega a su café o té, por ejemplo, no hará un gran efecto si usted está consumiendo una gran cantidad de alimentos procesados ​​y bebidas, además de agua filtrada pura.

He escrito anteriormente sobre cómo diversos alimentos y bebidas contienen más azúcar que un dona glaseada. Por ejemplo, una botella de 20 onzas de Vitamin Water contiene 33 gramos de azúcar, lo que equivale a TRES donas glaseadas originales de Krispy Kreme.

Una de las razones de este exceso de azúcar en los alimentos procesados ​​se debe al hecho de que al quitar la grasa, el alimento tiende a perder su sabor.

Las compañías de alimentos lo compensan al agregar fructosa procesada, sal y otros condimentos propios. Para empeorar las cosas, los azúcares refinados son muy adictivos y causan disfunción metabólica que conduce a comer en exceso y al aumento de peso.

Una alimentación alta en azúcar aumenta drásticamente el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón al promover el síndrome metabólico, que incluye el siguiente conjunto de condiciones de salud:

  • Presión arterial alta
  • Resistencia a la leptina e insulina
  • Triglicéridos elevados
  • Acumulación de grasa visceral

En resumen, cuando se reduce la grasa saturada y aumenta los carbohidratos refinados, termina promoviendo la obesidad, diabetes y enfermedades del corazón. Este es un ejemplo perfecto de cómo podría tomar DÉCADAS para que los establecimientos médicos convencionales se pongan al día con la verdad, y estoy contento de ver que este tema está, merecidamente,llamando la atención de los medios de comunicación.

Sin embargo, me temo que faltan muchos años antes de que la sabiduría médica convencional reconozca plenamente el valor de las grasas saturadas... En cuanto a las acciones que promueven las enfermedades provocadas por el azúcar, dos brillantes investigadores en esta área son Dr. Robert Lustig y el Dr. Richard Johnson. Según el Dr. Lustig:3

"El problema con el azúcar no es sólo el aumento de peso...Un creciente cuerpo de evidencia científica demuestra que la fructosa puede desencadenar procesos que conducen a la toxicidad hepática y una serie de otras enfermedades crónicas. Poco no es un problema, pero mucho mata - poco a poco”.

Terminando con el Mito de las Calorías

Otro mito relacionado es que el consumo de grasas causa aumento de peso y problemas de salud asociados. Esto también ha sido firmemente desmentido (ver la investigación de abajo). Comer grasas saludables no causa aumento de peso. Comer carbohidratos refinados/azúcar, grasas trans,  aceites vegetales altamente procesados ​​SI lo engordan. Y el trabajo del Dr. Johnson muestra que mientras que el exceso de azúcar en cualquier forma es perjudicial, la fructosa es la peor de todas. Hasta ahora, los estudios científicos han vinculado a la fructosa a casi 78 diferentes enfermedades y problemas de salud.4

La fructosa eleva los niveles de ácido úrico, lo que genera típicamente ácido úrico en cuestión de minutos después de la ingestión, lo que a su vez puede causar estragos en la presión arterial, producción de insulina y la función renal. El aumento de ácido úrico también conduce a la inflamación crónica de bajo nivel, lo que tiene consecuencias de largo alcance para su salud. Por ejemplo, los vasos sanguíneos crónicamente inflamados provocan enfermedad del corazón y  derrame cerebral.

Otra parte importante de por qué la fructosa es peor que otros azúcares es debido a que es "isocalórica pero no isometabolica." Esto significa que puede consumir la misma cantidad de calorías de fructosa o de glucosa, fructosa y proteína, o fructosa y grasa, pero el efecto metabólico de su cuerpo será totalmente diferente a pesar de la cantidad de calorías idénticas. En el editorial destacado,5 el Dr. Malhotra también aborda esto, diciendo:

"La notoriedad de la grasa se ​​basa en su mayor contenido de energía por gramo en comparación con la proteína y carbohidratos. Sin embargo, el trabajo del  bioquímico Richard Feinman y el físico nuclear Eugene Fine sobre la termodinámica y la ventaja metabólica de diferentes composiciones alimentarias, mostró que el cuerpo no metaboliza diferentes macronutrientes de la misma manera.
Kekwick y Pawan realizaron uno de los primeros experimentos sobre la obesidad, publicado en la revista The Lancet en 1956. Compararon grupos que consumieron 90 por ciento de grasa, 90 por ciento proteínas, y 90 por ciento carbohidratos y mostraron que la mayor pérdida de peso fue en el grupo que consumió grasa. Los autores concluyeron que al parecer la "composición de la alimentación sopesa la importancia del consumo de calorías".
La teoría de que "una caloría no es nada", ha sido confirmada aún más por un reciente estudio publicado en JAMA que muestra que una alimentación "baja en grasas" dio lugar a una mayor disminución en el gasto energético, perfil lipídico poco saludable, y una mayor resistencia a la insulina en comparación con una alimentación baja en carbohidratos y bajo índice glucémico. "[El énfasis mío]

Usted simplemente DEBE prestar atención a la fuente de las calorías. La grasa es mucho más sustancial que los carbohidratos, por lo que reemplazar los carbohidratos refinados por grasas saludables reducirá automáticamente el hambre. Además, debido a que su cuerpo pasa de un modo de quema de carbohidratos y azúcares a un modo de quema de grasa como combustible principal, sus antojos alimentarios disminuirán significativamente.

Una vez que esté totalmente adaptado al consumo de grasas, los antojos serán un recuerdo del pasado. Usted puede utilizar esta sabiduría para evaluar sus necesidades individuales de grasa. Si usted ha reducido su consumo de carbohidratos y los reemplazó con grasas saludables, pero todavía lucha con la sensación de hambre, es una señal de que usted necesita agregar más grasa a su alimentación.

Cómo las Directrices Alimentarias del Gobierno Promueven la Obesidad y las Enfermedades Crónicas

Es importante darse cuenta de que las directrices nutricionales del gobierno son en gran parte el reflejo de los subsidios agrícolas. NO están basadas en la ciencia nutricional segura. En pocas palabras, la razón por la que le recomiendan los granos como parte esencial de su alimentación es porque a los agricultores se les paga para que cultiven dicho producto en los Estados Unidos. Hay mucho de ese producto, y es barato en comparación con los alimentos saludables como los vegetales, los cuales reciben muy pocos subsidios.

La absurda e inadecuada Pirámide Nutricional de 1992 consideraba a los granos como el alimento más importante de la pirámide, invitándolo a consumir de 6-11 porciones de pan, cereal, arroz y pasta todos los días. Este exceso de carbohidratos, la mayoría de ellos refinados, es precisamente el tipo de alimentación que favorece la acumulación de grasa y crea resistencia a la insulina y enfermedades relacionadas con su consumo, como la diabetes, enfermedades del corazón y cáncer. En la parte superior de la pirámide estaban las grasas y el azúcar, y mientras que el azúcar pertenece claramente allí, las grasas no.

food pyramid

Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las personas se beneficiarían al consumir entre 50 y 70 por ciento de sus calorías totales de grasas saludables. Las grasas saturadas de origen animal y vegetal proporcionan una serie de beneficios importantes para la salud y el cuerpo las necesita para el correcto funcionamiento de:

Membranas celulares Corazón Huesos (para asimilar el calcio)
Hígado Pulmones Hormonas
Sistema inmunológico Saciedad (la reducción del hambre) Regulación genética

 

La pirámide de alimentos fue reemplazada por "MyPlate" en el 2011, que le restó importancia ligeramente a los granos como el ingrediente alimentario más importante, posicionando a los vegetales como la parte principal. Uno de los problemas más notorios de MyPlate es que prácticamente eliminó todas las grasas de la ecuación. De hecho, a excepción de una pequeña porción de productos lácteos, que se recomiendan ser libres de grasa o bajos en grasa. ¡Carecía completamente de  grasas!

my plate

No se hace mención de la importancia de las grasas alimentarias, incluso las más "políticamente correctas", como las grasas monoinsaturadas presentes en el  aceite de oliva y los frutos secos, como nueces (aceite de canola también se encuentra en esta categoría, pero le aconsejo evitarlo y en lugar de ello utilizar aceite de coco). Incluso una de las grasas más críticas de todas está ausente de MyPlate, es decir, grasas de omega-3 origen animal. La deficiencia de esta grasa esencial puede causar o contribuir a problemas de salud muy graves, tanto mentales como físicas, y puede ser un importante factor subyacente de hasta 96,000 muertes prematuras cada año... Para obtener más información acerca de las grasas omega-3 y las mejores fuentes de esta grasa, por favor revise este artículo anterior. En un esfuerzo por remediar esta situación atroz, he creado mi propia Pirámide de alimentos para una salud óptima. La puede imprimir y compartir con sus amigos y familiares.

Los Estudios Muestran que las Grasas Saturadas No están Relacionadas con un Aumento de Riesgo de la Enfermedad Cardiaca

Como se mencionó anteriormente, la creciente evidencia científica apoya las grasas saturadas como una parte necesaria de una alimentación que apoya la salud cardiaca, y desacredita firmemente el mito de que las grasas saturadas promueven las enfermedades del corazón. Por ejemplo:

  • En 1992 un editorial publicado en la revista Archives of Internal Medicine,6 el Dr. William Castelli, ex director del estudio Framingham Heart, dijo:
  • “En Framingham Massachusetts, entre más grasas saturadas se consumen, más colesterol se consume, entre más calorías se consumen, más bajo es el nivel de colesterol sérico. Lo contrario a lo que se predijo...Hemos encontrado que las personas que comieron más colesterol, comieron más grasa saturada, consumieron más calorías, pesaron menos y fueron más activos físicamente."
  • Un meta-análisis,7 en 2010, que reunió información de 21 estudios e incluyó a casi 348,000 adultos, no encontró diferencias en el riesgo de enfermedad cardíaca y apoplejía en las personas que consumieron menos ni tampoco en las que consumieron más grasas saturadas.
  • Otro estudio en 2010 publicado en el American Journal of Clinical Nutrition8 encontró que una disminución en el consumo de grasas saturadas debe ser evaluado en el contexto de sustitución por otros macronutrientes, como los carbohidratos.

Cuando usted reemplaza las grasas saturadas con un mayor consumo de carbohidratos, especialmente carbohidratos refinados, empeora la resistencia a la insulina y la obesidad, aumenta los triglicéridos, las pequeñas partículas de LDL y reduce el colesterol bueno HDL. Los autores afirman que los esfuerzos alimentarios para mejorar su riesgo de enfermedad cardiovascular deben enfatizar principalmente la limitación del consumo de carbohidratos refinados, y la reducción de peso.

Cómo Recuperar su Salud y Evitar la Enfermedades del Corazón

Recuerde, la resistencia a la leptina e insulina es la raíz de la mayoría de las enfermedades crónicas, incluyendo la enfermedad del corazón. Para revertir  prudente y eficazmente la resistencia a la insulina y leptina, es necesario:

    1. Evite el azúcar, fructosa, granos y alimentos procesados
    2. Llevar una alimentación a base de alimentos enteros, idealmente orgánicos, y reemplace los carbohidratos de granos con:
      • Grandes cantidades de vegetales
      • Una cantidad de baja a moderada de proteínas de alta calidad (animales de pastoreo criados orgánicamente)
      • Consuma tanta grasa saludable de alta calidad como le sea posible (saturadas y monosaturadas). La mayoría de las personas necesitan más del 50 al 70 por ciento de grasas en su alimentación con el fin de mantener una salud óptima.

Recuerde que una de las grasas más importantes que su cuerpo necesita para una salud óptima es la omega-3 de origen animal. La deficiencia de esta grasa esencial puede causar o contribuir a problemas de salud muy graves, tanto mentales como físicos, y puede ser un importante factor subyacente de hasta 96,000 muertes prematuras cada año. Además de las grasas de omega-3 de originen animal, otras fuentes de grasas saludables que puede agregar a su alimentación incluyen:

Aguacates Mantequilla hecha de leche orgánica de vacas alimentadas con pastura Lácteos crudos Yemas de huevo de gallinas cridas con pasto u orgánicas
Coco y aceite de coco Aceites orgánicos de frutos secos prensados en frio Nueces crudas, tales como, almendras, nueces, nueces de macadamia, y semillas Carnes de ganado alimentado con pastura

Consejos de Grasas Saludables para Vivir Mejor

Según lo informado por Medical News Today:9

"El Dr. Malhotra invita a los médicos a que "adopten la prevención y también el tratamiento". Los medicamentos pueden aliviar los síntomas pero no pueden cambiar la "fisiopatología", dice y concluye que: "Es hora de acabar con el mito sobre la función de la grasa saturada en la enfermedad cardíaca y revertir los daños causados por el  asesoramiento alimentario el cual ha contribuido a la obesidad”.

La estrategia de prevención más eficaz que usted probablemente encontrará es su alimentación—tanto en los alimentos que consume como en los que no consume todos los días. El Dr. Malhotra recomienda una dieta estilo mediterráneo, que ha demostrado ser tres veces más eficaz que los medicamentos de estatinas para reducir la mortalidad cardiovascular.

Una dieta estilo mediterráneo es básicamente una dieta de alimentos enteros. Y esa es la clave para cualquier dieta saludable. Como lo señala con precisión el Dr. Sanjay Gupta, la respuesta es COMER ALIMENTOS REALES. Este cambio por si solo reducirá drásticamente de su alimentación la cantidad de azúcar refinada y fructuosa procesada. También abordará el tema de las grasas saludables a diferencia de las perjudiciales. Créame, será muy complicado que usted encuentre un alimento procesado que contenga grasas saludables... Además de eliminar los alimentos procesados, los siguientes consejos pueden ayudarle a consumir grasas adecuadas para su salud:

  • Utilice mantequilla orgánica hecha de leche cruda de vacas alimentadas con pastura en lugar de margarinas y pastas para untar de aceite vegetal.
  • Utilice aceite de coco para cocinar. Es superior a cualquier otro aceite para cocinar y está cargado con beneficios para la salud.
  • Utilice aceite de oliva FRIO, rocíelo sobre la ensalada o pescado, por ejemplo. No es un aceite ideal para cocinar, ya que se daña fácilmente por el calor.
  • Al integrar mi plan de nutrición usted aprenderá a enfocarse en alimentos saludables en lugar de alimentos procesados e insalubres.
  • Para completar su consumo de grasas saludables, asegúrese de comer grasas crudas, como las de aguacate, productos lácteos crudos y aceite de oliva, y también consumir una fuente de alta calidad de grasas de omega-3 de origen animal, como el aceite de kril.
+ Fuentes y Referencias