Por qué es Necesario Evitar la Leche y el Queso Bajos en Grasa


Low Fat Milk

Casi cada pieza de asesoramiento dietético que puede encontrar recomienda productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. Pero un número creciente de expertos argumentan que es más saludable comer y beber productos lácteos enteros con toda la grasa incluida.

La grasa en los productos lácteos es aproximadamente de 50 a 60 por ciento grasa saturada, pero la idea de que estos productos son malos para su corazón puede ser solo una interpretación errónea de la ciencia. En un análisis en el 2010, los científicos dijeron que:

"…No hay evidencia significativa para concluir que la grasa saturada alimenticia esté relacionada con un mayor riesgo de [enfermedad cardiaca coronaria o enfermedad cardiovascular]."

Es más, según dLife:

"Si solo la mitad de la grasa alimenticia es de tipo saturada, ¿de qué tipo es el resto? La grasa de la leche contiene una gran cantidad de acido oleico (el materia que hace tan saludable al aceite de oliva), junto con un tipo de grasa llamado acido linoleico conjugado (CLA) que puede ayudar en la pérdida de peso. Estudios recientes sugieren firmemente que algo — posiblemente el CLA — en la grasa de los lácteos de hecho ayuda a controlar el peso."

Comentarios del Dr. Mercola

Creo que es seguro decir que uno de los mayores mitos que sabotean la alimentación de muchas personas es la idea de que los alimentos bajos en grasa y sin grasa son saludables. Se inicio en los años 50s y fue en gran parte resultado de una investigación seriamente fallida por Ancel Keys. Afortunadamente, la mayoría de las personas están reconociendo la falacia de este mito, pero muchos todavía lo creen.

En una reciente encuesta del Consumer Report, el 51 por ciento de los estadounidenses dijeron que están limitando el consumo de grasa.  No está claro qué tipo de grasa se está limitando, pero es probable que TODA la grasa esté en una mala categoría, cuando en realidad los únicos tipos de grasa que realmente deberían limitar son las variedades de grasas hechas por el hombre como las grasas trans, las grasas rancias, las grasa refinadas poli insaturadas en los aceites vegetales.

Desafortunadamente, las grasas en general son consideradas por muchas personas como los villanos alimenticios, a pesar de que las grasas naturales, como el tipo de grasa encontrado en los productos lácteos enteros son muy buenos para usted.

La Ciencia Muestra que los Productos Lácteos Enteros son Buenos para Usted

Probablemente ya se dio cuenta de esto pero quiero que lo entienda perfectamente, yo no recomiendo comer productos lácteos pasteurizados de ningún tipo.  Cuando yo digo que los productos lácteos son saludables, me he referido a los productos lácteos orgánicos, crudos sin procesar.  Desafortunadamente, estudios de investigación sobre lácteos crudos difieren mucho entre sí, así que me voy a enfocar en estudios que utilizan lácteos pasteurizados con el fin de mostrarle que las versiones de productos enteros son la mejor opción.

Por ejemplo, la investigación muestra que el consumo de lácteos ricos en grasa puede ayudar a reducir el riesgo de:

  • Diabetes: El ácido palmitoleico, que se produce naturalmente en los productos lácteos enteros y carnes, protege contra la resistencia a la insulina y la diabetes.  Un estudio descubrió que las personas que consumen lácteos enteros tienen niveles más altos de trans-palmitoleato en la sangre, y esto se tradujo en  dos tercios menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 comparado con las personas con niveles más bajos.
  • Cáncer: El acido linoleico conjugado (CLA), un tipo de grasa encontrado naturalmente en la leche de vaca, disminuye significativamente el riesgo de cáncer.  En un estudio, las personas que consumieron por lo menos cuatro porciones diarias de alimentos lácteos altos en grasa tuvieron un 41 por ciento menos de riesgo de cáncer de colon comparado con las personas que consumieron menos de una porción.  Cada incremento de dos porciones de productos lácteos igualó una reducción del 13 por ciento de riesgo de cáncer de colon en las mujeres.
  • Peso: Las mujeres que consumieron por lo menos una porción diaria de lácteos enteros  ganaron 30 por ciento menos peso durante un periodo de nueve años comparado con las mujeres que consumieron productos lácteos bajos en grasa o sin grasa.
  • Enfermedad Cardiaca: De acuerdo con un estudio de 16 años en adultos australianos, las personas que consumieron la mayor cantidad de lácteos enteros estuvieron menos propensos a morir de una enfermedad cardiovascular.

La Leche Cruda Entera - Utilizada como "Medicina" por el Fundador de la Clínica Mayo

Mas evidencia que apunta a las propiedades curativas de los productos lácteos crudos enteros se pueden encontrar en las generaciones pasadas cuando, a principios de los años 1900s, la leche cruda era utilizada como medicina.  El Dr. J.R Crewe de la clínica Mayo utilizaba la “cura de leche” para tratar exitosamente las siguientes enfermedades:

Cáncer Perdida de Peso Enfermedad de los riñones
Alergias Problemas de la piel Problemas con el tracto urinario
Problemas con la próstata Fatiga crónica Numerosas condiciones crónicas

Recuerde, la única leche disponible en ese entonces era la leche cruda entera, rica en grasa, proveniente de vacas alimentadas con pastura.  Obviamente, era orgánica debido a que en ese entonces los alimentos con pesticidas aun no se habían inventado.

Dr. Crewe, MD—uno de los fundadores de la Fundación Mayo, predecesor de la Clínica Mayo- publicó un artículo en Certified Milk Magazine (Enero de 1929), describiendo los tratamientos con la leche como una combinación de “desintoxicación rápida y alimento cargado de nutrientes,” y se dio cuenta de que las enfermedades que no tenían ninguna similitud mejoraron rápidamente con la leche cruda.

El Dr. Crewe utilizo la leche para curar por 15 años, y sus pacientes estaban muy emocionados al respecto debido a que funciono muy bien sin la necesidad de medicamentos adicionales u otras intervenciones médicas.  Resultados sorprendentes fueron vistos en la tuberculosis, en enfermedades del sistema nervioso, del corazón, y los riñones.  La anemia y la anemia perniciosa respondieron bien a ello, al igual que la tiroides toxica y tos crónica.

“La hipertensión respondió con igual satisfacción.  La presión arterial mejoró rápidamente,” escribió el Dr. Crewe.  “Nunca he visto tales resultados tan rápidos y duraderos con ningún otro método.”

Desafortunadamente, sus compañeros médicos no fueron tan entusiastas al respecto.  Muchos médicos acordaban con los beneficios de los productos lácteos como alimento, pero no tenían interés de usarlos como el único medio de tratamiento.  El Dr. Crewe dijo en su artículo:

"El defecto principal del tratamiento es que es demasiado simple… y no requiere intervención médica."

¿Acaso los Productos Lácteos Enteros No Contienen Grasa Saturada?

Si, y eso es precisamente porque son tan buenos para su salud.

La creencia de que la grasa saturada aumenta el riesgo de ataques cardiacos y enfermedades cardiovasculares es simplemente falsa.  Un estudio en el año 2010 en el  American Journal of Clinical Nutrition que reviso 21 estudios sobre el riesgo de enfermedades cardiacas, embolias y grasas saturadas, descubrió que:

“…No existe evidencia significativa que concluya que la grasa saturada alimenticia este asociada con un aumento en el riesgo de CHD [enfermedad cardiaca coronaria]  o CVD [embolias o enfermedades cardiovasculares].”

Las grasas saturadas proporcionan los bloques de construcción para las membranas celulares y una gran variedad de hormonas y substancias similares a las hormonas que son esenciales para su salud, y las grasas saturadas de fuentes animales y vegetales (como la carne, los lácteos, ciertos aceites y plantas tropicales como el coco) proporcionan una fuente concentrada de energía a su alimentación.

Cuando come grasas como parte de su alimentación, ellas retardan la absorción para que pueda sentirse satisfecho por más tiempo.  Además, actúan como transportadores de importantes vitaminas solubles en grasa A, D, E y K.  Las grasas alimenticias son también necesarias para convertir el caroteno a vitamina A, para la absorción de minerales, y para muchos otros procesos biológicos.

Las grasas saturadas también son:

  • El combustible preferido para su corazón, también es utilizado como fuente de combustible durante el gasto energético
  • Útiles agentes antivirales (acido caprílico)
  • Eficaz como anti caries, anti placa y agente anti hongos (ácido láurico)
  • Útil para disminuir los niveles de colesterol (ácidos palmítico y esteárico)
  • Moduladores de regulación genética y prevención de cáncer (ácido butírico)

Por lo tanto, la mayoría de las personas podrían beneficiarse al evitar la margarina procesada y lácteos bajos en grasa y en su lugar consumir alimentos como los productos orgánicos, productos lácteos crudos enteros (mantequilla, queso, leche y crema).  Desafortunadamente, estos alimentos saludables siguen siendo ampliamente rechazados.

Una Importante Distinción Entre los Lácteos: Crudos vs. Pasteurizados

Como lo señalé anteriormente, en mi opinión, no hay ninguna razón para consumir productos lácteos pasteurizados, nunca.  La pasteurización de la leche perjudica significativamente el valor biológico de los alimentos y destruye las enzimas, disminuye las vitaminas, desnaturaliza las proteínas frágiles de la leche, destruye la vitamina B12 y vitamina B6, mata la bacteria benéfica y de hecho promueve los patógenos.

La leche de vacas criadas y alimentadas orgánicamente, por el contrario, contiene naturalmente cientos de buena bacteria saludable, incluyendo lactobacillus y acidophilus.  También hay muchas familias de bacterias coliformes.  Es importante saber que hay más de 230 tipos diferentes de E-coli  y solo dos o tres de ellas son en realmente patógenos y causaran enfermedades.

El resto de ellas son benéficas para su intestino

Le leche cruda también contiene vitaminas, que son virtualmente eliminadas mediante el proceso de pasteurización de la leche comercial. Pero, la presencia de bacterias benéficas es lo que hace que la leche cruda sea una increíble fuente alimenticia que promueve el crecimiento de la bacteria saludable en su intestino, y que a su vez tiene un impacto benéfico en su función inmune general.

Otros ingredientes que promueve la salud en la leche cruda son:

  • Enzimas valiosas que se destruyen durante el proceso de pasteurización. Sin ellas, la leche es muy difícil de digerir.  Así que su intolerancia a la lactosa podría desaparecer una vez que comience a consumir productos lácteos crudos.
  • También contiene fosfatasa, una enzima que ayuda y contribuye a la absorción del calcio en sus huesos, y la enzima lipasa, que ayuda a hidrolizar y absorber las grasas.

    Las enzimas se desactivan cuando la temperatura de leche alcanza los 120 grados.  Cuando la temperatura llega a los 150 o 160 casi todas ellas se desactivan completamente, por esa razón usted no recibirá ninguno de estos beneficios al consumir productos lácteos pasteurizados.

  • Grasa natural, que es homogenizada o removida de la leche pasteurizada.  Sin grasa natural, es muy difícil para su cuerpo absorberla y utilizar las vitaminas y minerales incluidos en la leche.  La grasa láctea también es su mejor fuente de vitamina A preformada y contiene ácidos reorganizados con fuertes propiedades anti cancerígenas.
  • Colesterol saludable no oxidado
  • Acido linoleico conjugado (CLA), que combate el cáncer y puede ayudar a reducir la grasa corporal.
  • Una relación de alto contenido omega-3 y bajo contenido omega-6, que es una relación beneficiosa entre estas dos grasas esenciales.

Para la mayoría de las personas, los productos lácteos crudos de vacas alimentadas con pastura, incluyendo la leche, la mantequilla, el queso y la crema, son fenomenalmente saludables. La única excepción seria en la personas de tipo nutricional carbohidrato, que necesitan limitar el consumo de grasas crudas o pueden simplemente eliminar la grasa ubicada en la parte superior de la leche cruda.

Puede ubicar una fuente de lácteos crudos cerca de usted en el sitio de internet de Campaign for Real Milk.

+ Fuentes y Referencias