En un estudio, se descubrió que extractos de grano de trigo y tubérculos de la papa contienen una serie de benzodiacepinas farmacológicamente activas – compuestos que muestran una gran afinidad con el receptor central de las benzodiacepinas (BZR por sus siglas en inglés) en el cerebro de los mamíferos.
Los químicos tienen más posibilidades de ser biosintetizados en el tejido de la planta. Esto apunta a una posible fuente de la presencia de benzodiacepinas en el cerebro antes mencionada, así como en los tejidos periféricos de varias especies animales y en el ser humano. Sus efectos en el cerebro podrían ser una de las razones por las que la adicción a los alimentos puede ser tan fuerte como la adicción a las drogas.
De acuerdo con el estudio:
“Un análisis más detallado…conduce a la identificación de compuestos que pertenecen a la clásica 5-fenil-1, 4-benzodiazepinas. En los granos de trigo fueron identificados los siguientes compuestos: diazepam, N-desmetildiazepam, delorazemap desclorodiazepam, delometazepam, lormetazepam y isodiazepam. Mientras que el tubérculo de papa contiene, diazepam, N-desmetildiazepam, delorazepam, lorazepam y delormetazepam.”
Una investigación en ratas también mostró que los alimentos, en particular el azúcar, podrían ser más adictivos que la cocaína. En el estudio, cuando a las ratas se les permitió elegir entre agua azucarada o cocaína, un sorprendente 94 por ciento de las ratas eligieron el agua azucarada.
Curiosamente, otra investigación reveló que el limitar los carbohidratos dentro de su alimentación ayuda a disminuir la ansiedad por carbohidratos y alimentos almidonados.
Comentarios del Dr. Mercola
Reducir o eliminar por completo los granos (así como las papas y el azúcar) es parte fundamental de mi plan de nutrición, ya que este tipo de carbohidratos pueden causar estragos en sus niveles de insulina y de leptina. A muchas personas les cuesta trabajo dar este paso debido a que renunciar al pan, pasta, pizza, panques, otros granos, dulces y papas puede ser todo un desafío – y esto no es necesariamente por falta de fuerza de voluntad.
¿Qué Tienen en Común el Trigo y las Papas con las Drogas Psicoactivas?
Como mostró este estudio en Farmacología Bioquímica, los extractos de grano de trigo y los tubérculos de papas contienen una serie de benzodiacepinas farmacológicas activas. Si usted ya había escuchado antes el término benzodiazepinas, probablemente haya sido a causa de los medicamentos llamados benzodiacepinas, los cuales incluyen Ativan, Xanax y Valium.
Estos medicamentos extremadamente adictivos ejercen un efecto calmante al impulsar la acción de un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA por sus siglas en inglés) de la misma forma en que lo hacen los opiáceos (heroína) y los cannabis (marihuana). Esto a su vez activa la hormona del placer y la dopamina, en su cerebro.
Dado que las “vías de recompensa” idénticas del cerebro son utilizadas por estas drogas psicoactivas, el trigo y las papas podrían ser igual de adictivas – y algunas personas podrían estar más afectadas que otras.
Otro estudio descubrió que las personas con altos niveles de dopamina en el cerebro tienden a estar más propensas a padecer conductas adictivas, lo cual podría explicar por qué caen en las adicciones más fácilmente que otras, ya sea que la sustancia que eligen sea un medicamento con receta, una droga ilícita o alimentos, como la pizza.
De cualquier forma, esta conexión posiblemente explica porque tanta gente continua utilizando los llamados alimentos “confort”, como lo son las papas y el pan – que pueden ejercer un suave efecto calmante en su cerebro mientras que al mismo tiempo provocan sentimientos de satisfacción, lo cual es una puerta abierta para la adicción, si alguna vez hubiese escuchado de una. Los antojos por alimentos como este pueden ser realmente fuertes e incluso podría compararse con la ansiedad por medicamentes recetados y drogas ilícitas, incluyendo la heroína.
El Azúcar También es Altamente Adictivo
Aparte de los carbohidratos como el pan y las papas, el otro antojo más importante con el que la gente batalla mucho es el azúcar, el cual es también uno de los ingredientes de alimentos más adictivos. Al igual que el trigo y las papas, el azúcar desencadena la producción de opiáceos naturales en el cerebro – algo clave en el proceso adictivo. Su cerebro prácticamente se vuelve adicto gracias a sus propios opiáceos, como si fuera heroína o morfina.
El azúcar refinada puede ser aún más adictiva que la cocaína – que es una de las sustancia más adictivas conocida.
En un estudio en animales, cuando se les permitió a las ratas elegir entre agua azucarada y cocaína, un sorprendente 94 por ciento de las ratas eligió el agua azucarada. Incluso las ratas que prefirieron la cocaína rápidamente cambiaron su elección al azúcar una vez que se les ofreció como opción.
Los investigadores especularon que los receptores de dulce (dos proteínas receptoras localizadas en su lengua), los cuales se desarrollaron en tiempos ancestrales cuando la alimentación era sumamente baja en azúcar, no se han adaptado a los tiempos modernos en donde el consumo de azúcar es muy alto. Por lo tanto, la estimulación anormalmente alta que tienen estos receptores cuando se lleva una alimentación rica en azúcar genera una gran cantidad de señales de recompensa en su cerebro, que tienen la capacidad de reemplazar el mecanismo de autocontrol y por lo tanto llevarlo a la adicción.
Como señalaron los investigadores:
“…Estos descubrimientos amplían la investigación anterior al mostrar que una fuerte sensación de dulzura sobrepasa la estimulación máxima de la cocaína, incluso en los usuarios adictos y los sensibles a las drogas. La preferencia absoluta por el sabor dulce podría conducir a un reordenamiento en la jerarquía de los estímulos potencialmente adictivos, con dietas endulzadas (es decir, que contiene azúcares naturales o edulcorantes artificiales) por encima de la cocaína y posiblemente otras drogas de abuso.”
Los Antojos Podrían Desaparecer Cuando Deje de Comer Estos Alimentos
El fuerte antojo por los alimentos, en particular por los alimentos dulces, a menudo son el resultado de una reacción hormonal compleja, la cual muchas veces se desencadena por el consumo de los mismos alimentos que usted desea. He aquí cómo funciona: Se ha demostrado que la leptina es la hormona que se encarga de los receptores de sabor en su lengua, así que aumenta o reduce el deseo por alimentos dulces. Se cree que la leptina es un modulador de la detección de lo dulce (supresor), y por lo tanto contribuye en el proceso que regula la ingesta de alimentos.
Es probable que tanto la falta de leptina como el fallo del cuerpo para responder a la hormona, se deban a los defectos en los receptores de leptina y contribuyan con el llamado “gusto por lo dulce” o adicción por lo dulce que afecta a tantas personas.
Ya se ha descubierto que los animales y los humanos con niveles bajos de leptina o con defectos en los receptores de leptina, tienden a volverse obesos. La leptia – hormona producida por las células grasas—está directamente relacionada con la regulación del peso, dándole la señal a su cerebro cuando las células grasas están llenas – lo que hace que disminuya el hambre, aumente la quema de grasas y reduzca la grasa almacenada.
Así que, además de aumentar los antojos por lo dulce, los niveles bajos de leptina (o al revés, niveles muy altos de leptina debido a la resistencia a la leptina) también disminuyen la sensación de saciedad, lo que lleva a que continúe ingiriendo alimentos dulces. ¿Cómo superar los antojod?
Una de las Maneras Más Efectivas Para Eliminar los Antojos por los Alimentos
Deje de comer los alimentos que causan los antojos.
Un estudio publicado en the Journal Obesity descubrió que la gente que seguía una alimentación baja en carbohidratos –quienes limitaban la cantidad de carbohidratos y comían alimentos altos en grasas y proteína—tenían más deseo por consumir carbohidratos y alimentos almidonados que las personas que seguían una alimentación baja en grasas, la cual incluye más carbohidratos. Los investigadores indicaron:
“La prescripción de dietas que promueven la restricción de determinado tipo de alimentos dio como resultado la disminución de los antojos y del gusto por los alimentos que fueron restringidos. Los resultados también indicaron que el grupo de LCD (dieta baja en carbohidratos) estuvo menos hambriento comparado con el grupo LFD (dieta baja en grasas) y que los hombres tuvieron una disminución de apetito que duró más tiempo que el de las mujeres.”
Este hallazgo tienen sentido, ya que cuando usted lleva una alimentación alta en azúcares y granos, el azúcar se metaboliza en grasa (y es almacenada como grasa en las células grasas), que a su vez se libera en forma de leptina. Con el tiempo, si su cuerpo se expone mucho a la leptina, se volverá resistente a esta (del mismo modo como puede volverse resistente a la insulina).
Y cuando usted se vuelve resistente a la letina, su cuerpo ya no puede “escuchar” los mensajes que le dicen que pare de comer, que queme grasas, y que mantenga una buena sensibilidad a los sabores dulces en sus papilas gustativas – por lo que sigue sintiendo hambre se le antoja lo dulce, y su cuerpo almacenará más grasa. Entonces, “limpiar” el paladar de granos y de azúcar para eliminar la respuesta aprendida que tiene su cuerpo sobre estos alimentos es importante para acabar con la adicción.
Dos Consejos Más Para Acabar con la Adicción a los Alimentos
La adicción a los alimentos claramente tiene sus raíces en la bioquímica, pero muchas veces también hay un componente emocional involucrado. Investigaciones sugieren que casi la mitad de los adultos acuden a los alimentos en momentos de aburrimiento, estrés o soledad. Y para las personas que dicen que el estrés los hace comer, los alimentos confort que eligen, son grasosos, salados o dulces. No es de extrañar, que estás personas “que comen a causa de estrés”, mujeres en particular, pesan más.
Y las mujeres que sienten una falta de apoyo emocional en sus vidas tienen mayores probabilidades de recurrir a la comida para lidiar con el estrés.
Si usted es un “comedor emocional” y ve que su adicción a la comida empeora en momentos de estrés, le recomiendo la Técnica de Liberación Emocional (EFT por sus siglas en inglés), que ayuda a eliminar la ansiedad por los alimentos de forma natural.
Cuando el sistema de energía de su cuerpo se rompe, usted está más propenso a experimentar distracciones y molestias relacionadas con los alimentos, por lo que tiene más posibilidades de volverse un comedor emocional. En cambio, si usted involucra su sistema de energía con el EFT, las molestias de distracción como la ansiedad por los alimentos y el hambre, a menudo desaparecen.
Otro truco para ayudar a eliminar los antojos o la ansiedad por los alimentos y que es especialmente útil cuando está tratando de terminar con esto por primera vez, es el ejercicio cardiovascular. Siempre me sorprende cómo mi apetito, en especial por lo dulce, disminuye de manera dramática después de una buena rutina de ejercicio.
Creo que el mecanismo está relacionado con la drástica reducción de los niveles de insulina que ocurre después de hacer ejercicio. Los niveles de insulina elevados son otro factor fundamental que contribuye con la ansiedad por los alimentos; y si sus niveles de insulina disminuyen, muchos de estos antojos simplemente se desvanecen.
Usted incluso puede utilizar el ejercicio terapéutico si es invadido por un fuerte deseo por lo dulce. Por ejemplo, una sesión de ejercicios Peak 8, que toma sólo 20 minutos, probablemente hará que el deseo desaparezca.
Si usted ha intentado todo lo anterior y todavía está luchando con la adicción a los alimentos, busque ayuda de un médico profesional bien formado, que le puede ayudar a explorar otros factores causales potenciales. La fatiga crónica, cansancio adrenal, crecimiento excesivo del candida y desequilibrios hormonales pueden llevar a la ansiedad, en especial por los alimentos azucarados.