Por el Dr. Mercola
Si usted vio las noticias de la semana pasada, seguramente escuchó que el alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, ha propuesto la prohibición de la venta de bebidas azucaradas de más de 16 onzas, en un esfuerzo por combatir la obesidad.
El anuncio fue hecho días antes de que el alcalde Bloomberg celebrara el Día Nacional de la Dona en el Madison Square Park, lugar donde, el 1 de junio, se presentó con orgullo la caja de donas Entenmann más grande jamás creadai …
El plan de Bloomberg prohibiría la venta de vasos o botellas de bebidas azucaradas de más de 16 onzas en restaurantes, delis, cines, estadios deportivos, vendedores ambulantes y cualquier otro establecimiento que es regulado por el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York.
De acuerdo con la CNN, el Departamento de Salud de NYC presentará la medida propuesta a la Junta de Salud el 12 de junio. Entonces, la junta aceptará comentarios durante los siguientes tres meses, después de este tiempo tomará una decisión. De ser aprobada, la propuesta entraría en vigor seis meses después- en marzo del próximo año- y lo dueños de los restaurantes tendrían nueve meses para adoptar la propuesta y cumplirla antes de que se les imponga una multa.
De acuerdo con Bloomberg, la ciudad de Nueva York gasta $4 billones de dólares en atención médica en el tratamiento de personas obesas al año y él quiere “hacer” algo al respecto. Recientemente, la CNN citó al alcalde cuando dijoii :
“Creemos que esto es algo para lo que tenemos la autoridad legal de hacer. No le estamos quitando los derechos de hacer algo a nadie; simplemente estamos haciendo diferente la forma en cómo lo hacen.” Él dijo que creía que este movimiento ayudará a fomentar comportamientos diferentes.
¿Por Qué Imponer una Medida que No Puede Lograr el Objetivo Deseado?
Amigos, este es el ejemplo perfecto de la absurda intervención del Big Brother. Es una “solución” que en realidad no resuelve nada.
Prohibirles a las personas comprar una soda grande en lugar de dos sodas chicas de ninguna manera resolverá el problema de obesidad. De todas las ideas descabelladas que andan por ahí, esta realmente es la que se lleva el primer lugar. Todo lo que hará es aumentar las ganancias de los fabricantes y vendedores, ya que las personas que quieran más soda comprarán más y esto aumentará el consumo de plásticos y producirá más desechos…Realmente no creo que este plan tendrá un impacto importante o cambiará el comportamiento de los consumidores.
Aunque es alentador ver que más personas se dan cuenta de la contribución de las sodas con la epidemia de obesidad, es extremadamente decepcionante ver la falta de visión y un pensamiento tan cuadrado entre nuestros líderes políticos.
Lo que realmente hará esta legislación es que las personas que quieren sodas más grandes compren sodas de dieta o light, las cuales no están incluidas en esta prohibición. Esto tendrá un efecto paradójico y empeorará las tasas de obesidad, ya que muchos estudios demuestran que la soda de dieta o light es mucho peor que la soda regular cuando se trata de la obesidad.
Claramente, la soda es una de las peores cosas que puede consumir, y sí, ciertamente contribuye con la obesidad.
Sin embargo, hacer prohibiciones en los tamaños de las porciones no es la solución porque esto no le hace frente al problema fundamental, que es que las personas han estado, y aún están, siendo engañadas por los funcionarios de salud y la industria que controla los medios de comunicación cuando se trata de problemas de salud y alimenticios.
De hecho, la mayor parte de la información nutricional proporcionada por nuestras agencias de salud públicas fue creada o manipulada por la industria de alimentos procesados y bebidas.
Las recomendaciones alimenticias públicas no tienen bases reales sobre el conocimiento de nutrición y por lo general utiliza herramientas como la pirámide de alimentos que está diseñada para proteger las ganancias de las industrias como Big Sugar y Big Ag, que en la actualidad son dirigidas por corporaciones multinacionales como Monsanto, que está luchando con uñas y dientes con el fin de evitar tener que poner los ingredientes genéticamente modificados en las etiquetas de los alimentos…
Sin información precisa y veraz, entonces ¿cómo podrá saber el consumidor promedio cómo mejorar su salud?
Si nuestro gobierno realmente quiere hacerle frente al problema de obesidad, entonces debe dejar de apoyar y proteger las ganancias de las industrias que manejan el sistema de salud y alimentos. Esa es una tarea difícil y una medida como esta no es más que grandilocuencia política que no tendrá ningún efecto sobre el problema y lo único que provocará es adoctrinar la opinión publica haciéndolos creer que está bien si el gobierno decide que bebidas y alimentos puede comprar o no.
El Abogado del Diablo
Dicho todo esto, hay quienes están detrás de la propuesta de Bloomberg. En un artículo reciente publicado en Time Magazine, Shannon Brownlee escribeiii:
“El alcalde de NYC no estaría tratando de prohibir las bebidas azucaradas grandes si nosotros no hubiéramos perdido todo el sentido de lo que realmente es una porción normal…
Bloomberg ha recibido muchas críticas por parte de las industria de bebidas y del libre mercado, pero él está haciendo lo correcto proponiendo una prohibición como esa: nosotros realmente no deberíamos estar bebiendo esos vasos del tamaño de una bañera a menos que fueran de agua y ciertamente no un 7/11 Double Gulp que contiene 55 onzas y más 700 calorías. Pero en la actualidad el tamaño gigante es lo normal.
El hecho de que una prohibición como esa al menos haya sido propuesta demuestra cómo hemos perdido el sentido de proporción.
Cuando era una niña, la Coca-Cola venía en botellas de vidrio de 6 onzas y eso parecía ser mucho. Pero no hace mucho tiempo que la soda de 12 onzas era considerada de tamaño perfecto- incluso de gran tamaño. Pero entre a una pizzería o deli hoy en día y le costará mucho trabajo encontrar una lata de soda de 12 onzas. En la actualidad, las botellas de plástico de 20 onzas son consideradas con el tamaño estándar de la porción.
…La prohibición de bebidas grandes, por otra parte, podría restablecer nuestra noción de como es una porción de bebida normal y eso podría hacer una gran diferencia.”
Ella toca muy bien un punto. Muchas personas, de no ser que casi todos los estadounidenses han perdido el sentido de la proporción. Especialmente nuestra gente joven, para quienes el tamaño “gigante” es algo normal. Aun así, creo que la propuesta del alcalde Bloomberg tiene muchos problemas.
Además del hecho de que pone muchas restricciones innecesarias en la libertad de elegir, en realidad no le hace frente a la raíz del problema de educación pública sobre los peligros del azúcar, de la fructosa en forma de jarabe de maíz de alta fructosa principalmente. Además, esta mediad no aplica para las sodas de dieta o light (que son aún más perniciosas), jugos de fruta, bebidas lácteas, bebidas de agua “mejoradas” o el alcohol.
Este es una clara señal de que el alcalde simplemente no entiende los principios básicos de la nutrición y la obesidad, ya que no sólo existe una gran diferencia entre la soda y otras bebidas cargadas con azúcar, sino que la soda de dieta o light es en muchas maneras mucho más dañina para su salud que la soda regular.
De hecho, los estudios han demostrado que las sodas de dieta o light, que contienen endulzantes artificiales como aspartame, en realidad aumentan el riesgo de obesidad mucho más de lo que lo hacen las sodas regulares. Los endulzantes artificiales también están relacionados con un aumento en el riesgo de diabetes y síndrome metabólico- al igual que las sodas regulares.
Ciertamente, no estoy diciendo que todas estas bebidas deberían ser consideradas de la misma manera al momento de prohibir determinado tamaño; simplemente estoy señalando que seleccionar cierto tipo de bebidas azucaradas y restringir la venta de los tamaños grandes no es una solución viable o razonable. Lo que se necesita es la educación correcta brindada por personas que no tienen interés con la industria, junto con cambios fundamentales en toda la industria alimenticia, comenzando con nuestros subsidios agrícolas.
Las Elevadas Tasas de Obesidad están Relacionadas con las Mentiras Dichas al Público Sobre los Problemas de Salud
La obesidad es el resultado de las malas elecciones del estilo de vida y desafortunadamente, nuestro gobierno ha hecho un pésimo trabajo al difundir información precisa sobre alimentación y salud. Por ejemplo, el consejo convencional que lleva a la salud pública hacia la dirección equivocada son:
- Evitar las grasas saturadas: El mito de que las grasas saturadas causan enfermedades cardíacas indudablemente ha dañado un gran número de vidas en las últimas décadas, a pesar de que todo comenzó con una estrategia de marketing sin respaldo científico por parte del aceite de cocina Crisco. La mayoría de las personas necesitan que al menos el 50 por ciento de su alimentación esté compuesta por grasas saturadas saludables como huevos orgánicos, aguacate, aceite de coco, mantequilla, carne proveniente de animales alimentados con pastura con el fin de optimizar su salud.
- Reducir las calorías: No todas las calorías son iguales y contar las calorías no lo ayudará a bajar de peso si está consumiendo el tipo de calorías equivocado.
- Reducir el colesterol a niveles muy bajos: El colesterol en realidad NO es el principal culpable de las enfermedades cardíacas o de cualquier otra enfermedad y la guía de recomendaciones que dice que los niveles de colesterol deberían mantenerse “saludables” está llena de conflictos de intereses- y no se ha probado que sea buena para la salud.
- Elegir alimentos dietéticos lo ayudarán a bajar de peso: Las sustancias como Splenda y aspartame podrán tener cero calorías, pero su cuerpo no se deja engañar. Cuando siente el sabor “dulce”, espera que lleguen calorías y cuando eso no ocurre provoca alteraciones en su bioquímica que podrían provocar aumento de peso.
Estos son sólo algunos ejemplos de la información engañosa sobre peso y obesidad que es difundida por las agencias de gobierno. Se podrían llenar libros con listas de mitos de salud convencionales.
La razón detrás de este triste estado de mentiras es el hecho de que las mismas industrias que obtienen ganancias de estas mentiras son las que financian las investigaciones, se infiltran a las agencias regulatorias y sobornan a los oficiales políticos para que apoyen su agenda de dominación financiera por medio de lo legal y algunas veces no tan legalmente.
¿Cuánta Fructosa Consume al Día?
En la actualidad, el estadounidense promedio consume 1/3 de libra de azúcar al día. Eso son cinco onzas o 150 gramos, de lo cual la mitad es fructosa, que es 300 veces más de la cantidad que provocaría un caos bioquímico. Y muchos estadounidenses consumen el doble de esa cantidad.
Si todas las personas lograran mantener su consumo total de fructosa por debajo de los 25 gramos al día, entonces creo que comenzaríamos a ver cambios radicales en las estadísticas de obesidad. Pero el problema principal es que aunque es teóricamente posible, pocas personas lo hacen y la dependencia de los alimentos principales es la razón de este fracaso.
La soda ciertamente es el MAYOR culpable, pero una vez más, restringir la venta de tamaños grandes no ayudará mucho a terminar con esta epidemia, las personas no se dan cuenta de los daños que causa la fructosa- que se encuentra oculta en los alimentos procesados.
El jarabe de maíz de alta fructosa es utilizado en prácticamente todos los alimentos, lo cual hace difícil determinar cuanta fructosa se consume al día. Así que el problema es mucho más grande que el hecho de evitar las bebidas grandes en los restaurantes de comida rápida…ya que no sólo la bebida sino todos los alimentos están cargados con azúcar.
Incluso las fórmulas para bebés contienen grandes cantidades de fructosa, a pesar del hecho de que los bebés no deberían consumirla. El hecho que crea el problema es que, la fructosa es un ingrediente barato que le da buen sabor a los alimentos, lo cual, naturalmente es bueno para las ventas. El azúcar también tiene el mismo efecto adictivo que el de la cocaína, que a la larga promueve el comer en exceso, además el consumo excesivo de sodas y otras bebidas endulzadas.
La Fructosa Causa Daños Metabólicos en Su Cuerpo…
Gracias al excelente trabajo hecho por investigadores como el Dr. Robert Lustig y el Dr. Richard Johnson, sabemos que la fructosa:
- Se metaboliza diferente que la glucosa, ya que la mayor parte se convierte en directamente en grasa.
- Engaña a su cuerpo haciéndolo subir de peso debido a que confunde el metabolismo, apagando el sistema de control del apetito. La fructosa no estimula la insulina adecuadamente, lo cual no suprime la grelina (la hormona del hambre) que a su vez no estimula la leptina (la hormona de la saciedad), que en conjunto dan como resultado que usted coma más y desarrolle resistencia a la insulina..
- Conduce rápidamente a un aumento de peso y obesidad abdominal (“panza cervecera”), disminuye el HDL, aumenta el LDL, aumenta los niveles de triglicéridos y el azúcar en la sangre, así como la presión arterial alta- síndrome metabólico clásico.
- Con el tiempo provoca resistencia a la insulina, que no sólo es la causa principal de la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiacas sino también de muchos tipos de cáncer.
Si no ha tenido tiempo de ver la presentación del Dr. Lustig sobre el azúcar, le recomiendo que lo vea. Este es el tipo de información que necesita ser enseñada en las escuelas y a los nutriólogos de todo el país y así poder cambiar el comportamiento de los consumidores.
Dos Cosas Clave que Pueden Ponerle Freno a la Epidemia de Obesidad
Como lo explica el Dr. Robert Lustig, la fructosa es isocalórica y no isometabólica. Esto significa que puede tener la misma cantidad de calorías de fructosa y glucosa, fructosa y proteína o fructosa y grasa, pero el efecto metabólico será completamente diferente a pesar de que la cantidad es la misma. La razón de esto se debe al hecho de que los diferentes nutrientes provocan diferentes respuestas hormonales y esas respuestas hormonales determinan, entre otras cosas, cuanta grasa se acumula. Esta es la razón por la que usted no puede perder peso contando las calorías.
Después de la fructosa, otros azúcares y granos son los alimentos que probablemente más se consumen y que promueven el aumento de peso y las enfermedades cardíacas. Otros azúcares pueden incluir ingredientes que parecen saludables, como el jugo de fruta o incluso grandes cantidades de jarabe de maíz de alta fructosa. Estos ingredientes en grandes cantidades tendrán efectos adversos en su insulina, la cual es una reguladora de grasa.
Creo que existen dos recomendaciones alimenticias que podrían cambiar este problema y realmente hacer la diferencia, las cuales defiendo. Desafortunadamente, no creo que pase muy pronto, porque aceptar estas recomendaciones significaría cortarle las ganancias a la industria alimentaria- sin mencionar el hecho de que las principales agencias de salud rendirán que confesar que lo han estado engañando durante mucho tiempo.
Esas dos principales cosas de las que estoy hablando son:
- Restringir severamente el consumo de carbohidratos (azúcares, fructosa y granos) de su alimentación
- Aumentar el consumo de grasas saludables
Mientras que las autoridades insisten que el consumir azúcar “con moderación” está bien y que los granos son una parte esencial de una alimentación saludable y en realidad puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, ellos no toman esto en consideración:
- La fructosa es la fuente de calorías NÚMERO UNO en los Estados Unidos, lo que significa que su consumo está lejos de ser “moderado”. Como lo dije anteriormente no es de sorprender que cuando consideramos que la fructosa, principalmente en su forma de jarabe de maíz de alta fructosa, se encuentra en prácticamente todos los alimentos incluso en los alimentos que jamás esperaría, incluyendo los alimentos de dieta y productos de agua “mejorados”.
- Los carbohidratos refinados (cereales para desayunar, bagels, waffles, etc.) se convierten en azúcar, aumenta sus niveles de insulina y causa resistencia a la insulina, que es el factor principal de casi todas las enfermedades crónicas conocidas por el hombre, incluyendo las enfermedades cardíacas.
Tome el Control de su Propia Salud
Claramente necesitamos abordar el problema de la obesidad. Pero eso implica cambiar todo el sistema de alimentos- desde los subsidios agrícolas, publicidad, recomendaciones alimenticias, almuerzos escolares y educación nutricional en general. Con el fin de hacerlo, debemos enfrentar a estos gigantes de las industrias de alimentos y bebidas…Bloomberg obviamente no logrará hacer esa tarea. Esperemos que algún día, alguien lo haga.
Mientras tanto, lo animo a tomar el control de su salud y que se tome el tiempo de educarse sobre cómo lograr una salud óptima. Mi sitio web contiene miles de artículos que abordan prácticamente todas las facetas de salud, desde cómo mejorar su alimentación y rutina de ejercicio, hasta los peligros de los medicamentos y alternativas más seguras.
Para empezar, le recomiendo revisar su Plan Nutricional, que lo guiará paso a paso desde los niveles de principiante a avanzado. Hacer pequeños cambios es quizá la manera más fácil de cambiar su estilo de vida a uno que promoverá su salud hasta llegar a la vejez.